En nuestra cultura latina está muy arraigado el pensamiento de que quien trabaja duro trabaja bien. Desde niños nos programan para que nuestros logros sean muy meritorios si nos cuesta bastante conseguirlos y entre más esfuerzo nos tome hacerlo mejor se supone quedó la tarea.
Eso está muy bien y para nada pretendo hacer apología a las cosas fáciles o a las metas que se alcanzan sin mucho esfuerzo, el tema es que el pensamiento de que entre más duro el trabajo mejor está, ha traído muchos problemas a la productividad de las empresas ya que muchos de sus colaboradores dejan de hacer las cosas de manera inteligente por hacerlas de la manera difícil.
En este sentido la culpa no es solo de los padres y de nuestra crianza, es también de los jefes y directivos. Se ve con muy buenos ojos al empleado que llega primero y se va de último, a los que se llevan montañas de carpetas para la casa y regresan al otro día con el trabajo listo para las 8am ¡Mucho cuidado! Esto es una bomba de tiempo; un empleado que pasa más tiempo en la oficina y que asume responsabilidades mayores a su capacidad laboral no es un mejor empleado, es una persona menos productiva. Si, así es, menos productiva.
¿Ha tenido usted colaboradores que no llegan a las 8am en punto y se van más temprano de la oficina al finalizar la tarde? ¿Ha notado que algunos de estos empleados parecen ser personas más felices y casualmente presentan mejores informes y son más productivos? Normalmente estas personas tiene un mejor balance familiar, pasan más tiempo con sus seres queridos, practican sus hobbies y sobre todo: saben utilizar la tecnología, es decir, trabajan inteligentemente.
La idea no es tener vagos en su negocio, es tener personas que generen resultados. Permítales escuchar su música preferida (para eso existen los auriculares), tenga en sus instalaciones zonas de bienestar como cocina o estación de agua y café, implemente horarios rotativos que les permita estudiar o revise la viabilidad de que algunos de sus colaboradores aprovechen la tecnología y hagan teletrabajo (trabajo no presencial) en los casos que aplique. Recuerde, lo importante es tener un buen clima laboral que mejore sus resultados.
Entonces ¿Qué es mejor? ¿Trabajar inteligentemente o trabajar duro? Es mucho mejor para un empleador tener colaboradores felices y productivos que tener personas metidas en una oficina o negocio 11 horas diarias, cansadas e improductivas. Afortunadamente muchas empresas ya están creando conciencia y están tomando decisiones inteligentes para mejorar la productividad de sus colaboradores y los resultados de la compañía, por un lado están capacitando mejor a sus empleados y por otro están invirtiendo inteligentemente en soluciones tecnológicas, muchas de ellas de bajo costo y que traen resultados impresionantes.
Hoy día ya no es necesario tener empleados llamando a 300 clientes por día, enviando otros 300 emails diarios que seguramente nadie leerá ya que existen novedosas alternativas de comunicación que se pueden alinear a la estrategia de su negocio y catapultar sus resultados.
Y usted ¿Trabaja duro o trabaja inteligentemente?